No te creas nada de lo que te diga tu mente, experiméntalo. Lo imposible solo está en tu cabeza. ¿Pero qué pasaría si no creyeras lo que te dice? ¿Qué pasaría si dejaras de pensar que es imposible?
El Cambio de Paradigma
Nelson Mandela, decía que todo parece imposible hasta que se hace. Hasta ahora solo has hecho las cosas en base a tus creencias, lo que has vivido y lo que te han dicho, pero ¿Y si cambias el paradigma que llevas experimentando toda tu vida? Lo primero es abrir tu mente y poner en duda todo lo que has aprendido hasta ahora. Abre la puerta a nueva posibilidad, entrena tu cerebro y dile que lo quieres y que no vas a parar hasta conseguirlo, dale instrucciones diferentes a las que le has dado hasta ahora.
El Cuento Zen
Quiero compartir contigo un cuento zen:
Érase una vez dos hermanos pequeños, que patinaban sobre una laguna helada. Era una tarde nublada y fría, pero los niños jugaban sin preocupación, patinando, saltando y riéndose a carcajadas.
De pronto, el hielo se resquebrajó y uno de los niños, el hermano mayor, cayó al agua helada, quedando atrapado bajo las capas de hielo. El niño hundido trataba de salir, pero el hielo era demasiado grueso y la temperatura del agua pronto entumeció todo su cuerpo. Apenas le quedaba oxígeno en sus pulmones para sobrevivir.
El otro niño, viendo que su hermano se estaba ahogando bajo el hielo, tomó una piedra y empezó a golpear con todas sus fuerzas, hasta que logró romper la helada capa. Con sus manos ensangrentadas, metió medio cuerpo dentro de las gélidas aguas, logró sujetar a su hermano por un brazo y tirando de él, le sacó del agua, salvándole la vida.
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, no daban crédito a lo que veían sus ojos. ¿Cómo había podido salvar a su hermano un niño de tan poca edad? ¿Cómo había sido capaz de romper el grueso hielo con tan solo una piedra? ¿Cómo pudo sacar del agua a su hermano mayor, con un cuerpo tan pequeño?
Boquiabiertos, se acercaron al niño y le preguntaron: “¿cómo has podido salvar a tu hermano? ¡Es imposible!”
El niño, miró con ojos sorprendidos, y titubeando, les contestó: “¡yo no sabía que era imposible!”.
Exelente reflexión y mensaje ?.
Muchas gracias Abel por leernos y por compartir. Un abrazo
Pero espectacular. Es que en un niño está Dios y nosotros hemos decantado gran parte de esta misteriosa posibilidad. Ahogada por varios factores.
Amén por ti, Mónica.
Gracias Ruperto, si, los niños aún creen en la magia, a nosotros nos cuesta más, pero en cada uno de nosotros hay un ser de luz, a mí me gusta pensar eso. Un abrazo
Necesitamos más personas que no sepan de la palabra imposible, eso hará que podamos conseguirlo todo y todo se vuelva posible.
Muchas gracias Marianny. Todo es posible. Un abrazo