¿Qué es una certificación en coaching?
El mundo del coaching profesional no está regulado oficialmente. No existe, como ocurre en tantas otras profesiones, un colegio oficial de coaches. Por este motivo existen diversas asociaciones de coaching que tratan de hacer las veces de los colegios profesionales. Pero es importante ser consciente de que dichas asociaciones, aunque realicen una formidable tarea, no tienen carácter oficial, al ser instituciones privadas. Lo mismo ocurre con las escuelas de coaching.
Una certificación en coaching es una constatación, realizada por alguna escuela o asociación de coaching, de que te has formado en coaching y que has cumplido con una serie de requisitos.
Distintos tipos de certificaciones en coaching
Es posible que hayas escuchado a alguien decir: “¡Soy coach certificado!” Esta frase suena muy grandilocuente, y puede impresionar al oyente, pero al no existir regulación oficial, cualquiera podría decir eso. De ahí que sea tan importante indagar en qué tipo de certificación tiene realmente.
Hay básicamente dos tipos de certificaciones, las serias y las que son puro marketing.
Certificaciones serias
Estas certificaciones se componen de dos títulos complementarios, el obtenido por la escuela en la que te has formado y el obtenido por la asociación de coaching que lo avala. En nuestro caso, por ejemplo, cuando alguien se forma como coach profesional, obtiene la certificación de Coach Profesional Transpersonal y Ejecutivo de la escuela Innerkey Coaching, certificada a su vez por la asociación de coaching más grande del mundo, la International Coaching Federation. Esta doble combinación, escuela y asociación, ambas de reconocido prestigio, ofrece una garantía de calidad y seriedad, tanto para ti como para tus clientes.
Certificaciones de puro marketing
Estas son las certificaciones en las que una escuela de coaching se certifica a sí misma, o, más engañoso aún, su fundador/a, crea una asociación para certificar a la escuela que él o ella tiene. También existen casos donde se juntan dos o tres escuelas pequeñas para crear una asociación que contenga la palabra ‘coaching’, y de esa manera certificarse a sí mismos. Es un feo engaño, pero inteligente, en el que pican muchas personas.
Escuelas y asociaciones siempre deben tener suficiente distancia, como para garantizar la imparcialidad de las asociaciones que certifican. Por ponerte un ejemplo, en la International Coaching Federation está prohibido que los directores de escuelas de coaching puedan formar parte del consejo de administración de la asociación. Por mucho que yo quisiera, jamás podría ser presidente de ICF. De esa manera se salvaguarda la imparcialidad de la asociación frente a todas las escuelas, alumnos, clientes etc.
Si quieres estar en la zona segura, te recomiendo formaciones avaladas internacionalmente por la International Coaching Federation (ICF). Existen otras asociaciones de coaching en cada país, haciendo un fantástico trabajo, pero no son conocidas en otros países. Si quieres que tu certificación te sirva con clientes de todo el mundo, te sugiero certificarte por la ICF.
Requisitos para obtener una certificación en coaching
Para que una escuela de coaching obtenga la certificación por parte de una importante asociación de coaching, necesita cumplir con una larga lista de requisitos, cuya intención es proteger la calidad de la formación que se ofrece. Eso representa un sello de garantía para ti como alumno/a. Adicionalmente, cada escuela establece los requisitos que un alumno debe cumplir, para obtener el título certificado al final de la formación o máster.
Beneficios de obtener una certificación en coaching
El formarte en una escuela certificada te aporta dos poderosos beneficios muy concretos:
Aprender a hacer coaching de verdad
En una escuela seria, que vela por ofrecerte algo que funcione. Recuerda que la palabra coaching está de moda y hay mucho abuso de este concepto. Solo tienes que buscar en internet ‘curso de coaching transpersonal’ y verás que, en la mayoría de los casos, dichas formaciones poco o nada tienen que ver con el coaching de verdad. Ofrecen algo que llaman coaching, pero que en realidad son técnicas o métodos que pertenecen al mundo de la terapia o consultoría. ¿Por qué lo llaman coaching entonces? ¡Por puro marketing! Si te formas en ese tipo de programas, pronto te darás cuenta de que no podrás dedicarte profesionalmente a esta bella profesión.
Abrirte la puerta a clientes potenciales
Ya que confiarán en que eres un/a profesional serio, que se ha formado en profundidad, que se ha certificado por una escuela de reconocido prestigio, y que además está certificada por la asociación más grande del mundo. Con esa carta de presentación, confiarán en ti para ponerse en tus manos.
Aumenta tu credibilidad y reputación profesional
Habrás oído mil veces la famosa expresión ‘El hábito hace al monje.’ Nos guste o no, esta expresión sigue siendo cierta. A mí, personalmente, lo que más me importa es que las personas que se formen con nosotros en Innerkey, aprendan a AYUDAR de verdad a las personas. ¡Y eso no es nada fácil! Tú lo sabes bien. Ayudar a otra persona, de una manera que de verdad cambie, y de manera sostenible, es muy complicado. Cualquier enfoque superficial ¡no servirá de nada!
Lo que más importa es hacer un buen trabajo, pero si el mundo no es consciente de lo bueno/a que eres, nadie llamará a tu puerta. Ni abrirá la suya, si llamas tú. Por eso es tan importante cuidar tu credibilidad y reputación.
¿De qué sirve ser el mejor coach del mundo, si nadie quiere trabajar contigo?
Haberte formado en una escuela de reconocido prestigio, que además está certificada por la asociación internacional más grande y prestigiosa del mundo, les ofrece a tus clientes el sello de calidad que necesitan para confiar en ti. Y una vez te abran sus puertas, tendrás que demostrar tu valía.
Por eso no es suficiente con tener títulos. ¡Tienes que haber aprendido a hacer un coaching realmente profundo y retador, que ofrezca resultados sostenibles! Todo lo demás se lo llevará el viento, igual que a tus clientes.
Amplía tus oportunidades laborales y de negocio
Si deseas dedicarte profesionalmente al coaching en el mundo empresarial, bien como coach ejecutivo y/o de equipos, es casi un requisito imprescindible que cuentes con una certificación internacional de reconocido prestigio. Tal vez haya empresas pequeñas que no te lo exijan, pero a partir de cierto tamaña, no se la juegan. Como te decía, hay demasiado engaño en el mundo del coaching, y las empresas no están dispuestas a perder su dinero, y menos aún el tiempo de sus colaboradores.
Deberás demostrar, antes de empezar a trabajar, que ofreces la garantía de calidad que ellos buscan. Si, por ejemplo, eres Máster Coach Profesional, Ejecutivo y de Equipos, formado en Innerkey Coaching y certificado por la International Coaching Federation, escucharán y valorarán tus propuestas. Pero si eres, por ejemplo, coach empresarial, formado en algún sitio y sin certificación alguna, lo más probable es que no te cojan ni el teléfono (salvo que tengas algún contacto interesante que confíe más en ti, que en tus diplomas).
Diferénciate profesionalmente dentro del mundo del coaching
En un mundo que tantas veces sobrepone el marketing al buen hacer, es crucial diferenciarse bien como coach. Has de salir al mundo diciendo, y demostrando, que haces un coaching PROFESIONAL, serio, que funciona, que da resultados profundos y sostenibles, porque transforma desde la raíz. Un coaching así es una bendición para cualquier persona u organización, ya que, en poco tiempo, y con relativamente poca inversión, pueden lograr los cambios que anhelan, y que llevan tanto tiempo resistiéndose. ¡Déjale claro al mundo que tú haces ese tipo de coaching!
Dale valor a tu excelente trabajo fijando tu tarifa como coach
Cuando tu coaching funciona, y tus certificaciones te abren puertas, entonces puedes poner en valor la gran labor que realizas y lo mucho que le aportas al mundo.
Tu tarifa dice mucho de ti como coach: de tu eficacia, de cuánto confías en lo que haces, de tu calidad, destreza, sabiduría, de hasta dónde estás dispuesto/a a llegar para ayudar a transformar …
Hasta que no te sientas realmente preparada/o, como para poder soltar el famoso síndrome del impostor, no podrás convencer al mundo de que puedes ayudarle. Si no te convences primero a ti, no convencerás a los demás. Al menos no de manera sostenida.
Para convencerte a ti, has de transformarte tú primero. Y para ello necesitas una preparación que te rete en tus mismísimas entrañas, si hace falta, y ponga a tu saboteador interior contra las cuerdas. Cualquier típico coaching light no logrará que te sientas preparado/a para dedicarte a esta bellísima profesión.
Obtener una certificación en coaching impacta directamente en tu carrera profesional y personal
Como has podio observar, el hecho de formarte en serio o no hacerlo, marca una enorme diferencia en tu carrera. Podríamos decir que esto es así en cualquier entorno, pero en un mundo no regulado oficialmente, como lo es el del coaching, esto gana especial relevancia.
Como te decía antes, en mi opinión lo más importante es que aprendas a AYUDAR DE VERDAD (con mayúsculas). Eso es lo más difícil, y, en el fondo, lo único que debería importar.
Formarte en una escuela seria, te aporta sin duda un mejor coaching, ya que las personas que las integran se han preparado a conciencia para ello, y han hecho de ello su vida, su profesión y su pasión.
Si de verdad estás pensando en adéntrate en este apasionante mundo, por favor no te dejes engañar por todo lo que verás y oirás ahí fuera.
Hay unas cuantas buenas escuelas de coaching, poquitas, pero sin duda más de una. En mi opinión es muy importante que estén certificadas por la ICF (International Coaching Federation), ya que querrás tener clientes en todo el mundo, no solo en tu barrio o país, y es la única conocida en cualquier lugar de nuestro hermoso plantea. Ten en cuenta que, con las nuevas tecnologías, cualquier persona es un cliente potencial al que le vendría muy bien tu ayuda.
Y si tu anhelo de ayudar es auténtico, va más allá de ganar un dinero, y lo sientes como un propósito de vida, entonces te recomiendo aprender el coaching más profundo, retador y transformador que existe: el coaching transpersonal. Seguramente sea el más difícil de aprender, pero como ocurre con cualquier arte, la magia aparece cuando fundes a tu viejo yo en un crisol, para que emerja el VERDADERO.
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